sábado, 22 de febrero de 2014

Cómo llegar a la esencia de la seducción y no pagar fantas en el intento



         


          
  
        Como esta es mi primera entrada de este maravilloso blog ;), voy a hablar sobre lo que me proporciona la inspiración para seguir con él: 
           
        La esencia de la seducción.
         
       
        Antes de conocer Aprende Seducción yo nunca tuve claro lo que era seducir a una chica, al menos en la práctica. Sabía que seducir consistía en hacer que ella te desease y de esa forma poder acceder a una experiencia sexual satisfactoria. Lo básico.
           
        
       Sé que esto puede ser muy subjetivo y que cada uno tendrá su idea pero la mía consistía  en  que mi comportamiento en el momento de ejercitar mis artes tenía que ser ultra sensual. Tenía que moverme y hablar a la otra persona como si mi cuerpo estuviera evocando un orgasmo ahí mismo. Procurar que al vocalizar cada palabra de mi boca, surgieran ráfagas de mi aliento cerca de la cara de la chica en cuestión como muestra de la tremenda influencia erógena que ella producía en mí. A su vez, yo arrimaría cual excitado can, mi entrepierna contra su muslo y me frotaría en el con movimientos semicirculares. 
          
        Exacto, como bailar reguetón.




         
        Como este concepto de practicar la seducción me resultaba ridículo y sumamente hortera, desterré de forma automática la idea de su realización excepto en alguna ocasión, claro está, estando borracho y con chicas algo afectadas por el sobrepeso. ¿Y quién no? 

          Para mí en aquellos maravillosos 90 esa era la esencia de la seducción, mostrar que estás más salido que el pico de una mesa y es culpa de tu elegida víctima. No digo que el sexualizar sea malo ni mucho menos, es incluso inevitablemente necesario en determinados puntos del proceso pero insisto, no es la esencia.


          Para mí en mi pubertad y temprana madurez, el gustar a chicas siempre fue conceptualmente un efecto mágico, una gracia del destino, un regalo de los dioses, un cumpleaños anticipado. Y no hablo solo del hecho de que una chica quisiera conmigo sino también el hecho de que yo de alguna forma poco acostumbrada, había sido capaz de comportarme con ella de una manera increíblemente atractiva. Sabía que lo había hecho bien, había actuado como lo que en seducción llamaríamos un MACHO ALFA. Y por eso ella no pudo resistirse a mí, no pudo resistir decir a sus amigas:

         “Furgencia Maria, Jennyfer, decir a Julián que me gusta”. 

          Y yo más contento que unas castañuelas cuando sus amigas corrían a mi encuentro para decírmelo a pesar de que su amiga no me gustara nada y las respondiera:


         “Es que a mí me gusta Marianita” 


          Y claro está, Marianita no quería conmigo. No sabía porque con Marianita no podía actuar como con la otra chica, la cual no me gustaba. No sabía la forma de llegar a ese estado en el que te desenvuelves con naturalidad y de forma ocurrente. Conocía el “ánimo divertido” - el concepto se explica muy bien en el libro de Marc: Aprende Seducción – pero no sabía cómo llegar a él voluntariamente.

       
          Lo que quiero expresar con esta historia es la importancia de conocer y aprender lo que ya crecidito he descubierto: que es la seducción y como jugar de verdad al JUEGO DE LA SEDUCCIÓN. 
  
          Y vuelvo a repetir: JUEGO. 


          Esa es la verdadera esencia de la seducción y nuestra labor como aprendices es saber esto, descubrirlo y destaparlo como lo que realmente es. Tenemos que sacarnos de la cabeza esa idea funesta llena de desengaños y frustraciones que tenemos sobre el intento deliberado de gustar a mujeres.


          Si alguien se quiere iniciar en este aprendizaje este es el mejor consejo que le puedo dar: descubre el juego tan divertido, liberador, productivo e instructivamente vital que puede llegar a ser la seducción. 
Descubre esto y habrás comprendido toda su esencia.


          Al principio cuando empiezas a practicar la seducción puede que a corto plazo no consigas ningún teléfono o no te lleves a la cama a ninguna dama y que esto puede te puede tentar a desanimarte y no seguir. Por eso puede que te ayude el tener en cuenta que: 
         
         Lo importante es la esencia 
         
         y la esencia es jugar 
          
         y el objetivo de jugar 
        
         es DIVERTIRTE.


          Incluso puede ser que al final, cuando consigas el objetivo sexual que te habías planteado, no te llene tanto como te imaginabas y te des cuenta de que lo que de verdad te ha llenado ha sido el proceso por el que has pasado hasta llegar a ello, el salir y divertirte sargeando, insinuarte a desconocidas, conocer gente, hacer el moñas, romper tus límites, superar miedos, complejos y un gran etcétera de cosas. 

          Ánimo chicos, la esencia de la seducción os espera justo al poner un pie fuera de vuestra casa. Empezar a disfrutarlo ¡YA!



          El cómo jugar y sus reglas las podéis encontrar en cada uno de los libros de Marc de la forma más clara posible pero si quieres aprender a que la mujer de tus sueños te vea como el príncipe azul con el que siempre ha soñado, lee Mente alfa. Esta obra explica cómo conseguir el convertirte en ese hombre del que especialmente se siente atraída la gente -no solo las mujeres- y que de esta forma puedas acceder a “rebozarle la patata” y exhalar tu aliento sobre el cuello del tipo de mujeres que deseas… e incluso a las que no. 

          ¬¬

         
          Os informo que para cualquier consuta sobre seducción podeis escribirme a la dirección de correo aprendeseducciónmadrid@gmail.com.





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