sábado, 20 de junio de 2015

Síndrome del mejor amigo, S.M.A. (Canción by Treska)

Aquí os dejo una canción del compositor e interprete Treska. Está dedicada a todos aquellos que han caído en desgracia y han sido victimas del horrible síndrome del mejor amigo, el S.M.A.
Es una canción bellísima y emocionante canción, esta algo low-fi pero lo que cuenta es la intención. Escuchar sobre todo la letra con atención.
Espero que os guste.


La verdad sobre Julián Brida


La historia              

               Hace más de un año ya que me desvinculé de Aprende Seducción. La causa fue uno de esos milagros que pasan de vez en cuando en estos tiempos de crisis económica:
              
               Encontrar trabajo.
              
               Me encontraba saturado de actividades y compromisos sin fin, así que decidí abandonar mis funciones cómo  blogger, coaching y dibujante en Aprende Seducción.

               Al menos aquí en España es imposible vivir de esto.

               Aun así me siguieron llegando consultas de personas interesadas en mejorar sus habilidades en el arte de la seducción. Respondí sin ningún tipo de prejuicio, problema y con todo el placer del mundo.  Aun podéis seguir mandándome las consultas que queráis pero primero, lo más justo es que seáis conscientes de mi verdadera situación.

               Además de abandonar este blog en particular y Aprende Seducción en general, también pausé mis hábitos de seductor habitual. Esto no quiere decir que decidiera volverme célibe y que dejase de intentar que las chicas que me atrajesen cayeran en mi red. Creo que es algo innato en mí que no puedo evitar.

               Siempre cuento lo que produjo que mi persona militara en este intrincado mundillo. En abreviados términos, fue la imposibilidad de conseguir crear una relación prospera y estable con una mujer. Esto me ha aportado el tiempo y oportunidades suficientes como para poder salir a sargear cuando me viniese en gana durante la gran parte de mi vida.

               El problema es que interminables fracasos sentimentales te hacen participe en ocasiones del miedo al sufrimiento.

               No es que nunca haya tenido pareja ( 5 meses es lo máximo que he durado en una relación los 35 años que llevo en la tierra). Me he visto envuelto en tríos amorosos (y sexuales), situaciones difíciles de esas que te hacen replantearte la vida, momentos de frustración y angustiosas épocas de soledad.

               Mantener relaciones no es mi único problema, lo es también el no poder conservar trabajos durante demasiado tiempo. Os he dicho que encontré trabajo y qué por eso abandoné A.S. pero es que ese trabajo tan solo me duró un mes.

               Por unas cosas o por otras nunca encuentro una estabilidad material necesaria para poder tener mi propio hogar y prosperar económicamente.

               Al igual que he tenido tiempo para tener relaciones sexuales con cerca de mil mujeres, también lo he tenido para aprender a hacer muchas cosas: Soy dibujante, músico, fotógrafo, cineasta, locutor de radio, programador de software, animador sociocultural, activista vegano, maquetador, actor, experto en filosofía esotérica, wiccan… y algo más que me guardo para mí.
              

Como influye el estancarte



               No sé si fue una decisión propia o una decisión tomada por mi subconsciente pero el caso es que dejé de poder conectar con ese ánimo del que tanto hablamos aquí. Ese ánimo que no solo dura el tiempo que estés saliendo a ligar y relacionándote con gente si no que te acompaña en tu día a día. Esta especie de energía sagrada cual guiño a “StarWars”, te ayuda a ser más despreocupado, a lidiar con situaciones difíciles y a ser consciente de cosas que en tu estado habitual no notas. Te hace más extrovertido y capaz de comunicar lo que sientes de manera más efectiva.


Lo que importa es cómo te sientes



               Aunque no hayas conseguido aquello que deseabas de ese alguien, el hecho de no haberte arrastrado, el hecho de haber sido congruente y el de decir todo lo que querías decir de una manera apropiada, en ti ya se crea la sensación de haber ganado.
               El ánimo divertido ayuda también con las palabras. Seguro que te pasa: te olvidas de la palabra que quedaría a la perfección en tu elocuente discurso-mojador-de-braguitas. O  puede que seas víctima de esa inoportuna enfermedad momentánea  llamada inpass que te impide sacar esas oportunas palabras de tus labios, las cuales eran completamente necesarias para que no te tomasen por loco.
               El ánimo divertido es un despertar. Despierta cualidades comunicativas con el mundo exterior y te saca de tu profundo letargo emocional.
               Hay quien dice que solo nos comunicamos con nosotros mismos y que el acto de conversar con alguien no es más que ser…(¿lo ves? Ya se me ha olvidado la palabra correcta para que esto me quede súper guay)… Bueno lo que quería decir es que el otro solo está siendo testigo de una conversación que solo mantienes contigo mismo. Pero si la información que te dices, llega y produce un proceso intelectual o emocional en tu interlocutor, entonces habrás cumplido con el objetivo de dicha comunicación ¿no?

               Estos son simples desvaríos filosóficos que si te inventas como utilizarlos en el día a día, deberías aprovecharlos. Si no, es imperativo que te olvides de ellos inmediatamente y que ocupes ese porcentaje cerebral para otras cosas más útiles. A no ser claro, que seas de esos privilegiados que usan más del 10% de su retorcida mente.

               Y es de espacio mental de lo que realmente estaba hablando en lo que llevo de entrada. Lo que me lleva a desvelar el verdadero origen de todo este razonamiento:

               Si dejas  la seducción como actividad primordial en tu día a día, otra cosa ocupará su lugar.

               Entonces tienes tiempo para todo eso que he hecho yo o cualquier otra cosa que te apetezca hacer medianamente bien. Digo medianamente porque por muchas cualidades innatas que tengas sobre cualquier tema, a no ser que dediques tiempo y esfuerzo a ellas, serás como máximo, mediocre.

               Seguro que ya se te ha pasado por la mente el refrán: “Quien mucho abarca poco aprieta”.

               Pero la seducción no es de esa clase de hobbies. La seducción no es algo a lo que te puedes aficionar un día y al otro interesarte por los camiones. La seducción es algo que te va a acompañar el resto de tu vida. Está presente cuando hablas con el tendero, con el policía que te ha puesto la multa, con tu madre, con tu gato… La seducción – Al menos la que enseñamos aquí-, es la manera correcta para ti de relacionarte con tus semejantes.

               Digo para ti porque eres tú el único que tiene que salir satisfecho de sus propias interacciones.

               Por lo tanto volvemos a donde estaba y afirmo que en una interacción realmente, solo estamos siendo atestiguados de lo que nos comunicamos a nosotros mismos.

               Quizá ahora te preguntes si hasta el día de hoy has estado juzgando las cosas al revés.

               Pongamos de ejemplo lo que seguramente te estará re-carcomiendo la conciencia como el buen samaritano que presumes ser:

               Odias a esa gente que dice que para querer a los demás primero te tienes que querer a ti mismo. Esta afirmación te resulta tan tremendamente egoísta e hipócrita que te entran ganas de odiarte a ti mismo hasta la muerte.

               Sé que me salgo un poco de madre pero este pensamiento, según lo que he podido observar a mí alrededor, es generalizado y va cambiando según la época.

               Cuando no nos funciona el ser egoístas y nuestra consciencia moral nos hunde, elegimos la opción de anteponer a los demás a nuestras necesidades. Y cuando nos hemos visto traicionados, vejados y rechazados, volvemos a lo de antes.

¿Y cuál es el punto medio entonces? 

               Entonces no me estaba alejando demasiado del tema. Si tienes alguna otra opinión por favor, hazme participe de ella pero el caso es que cada vez estoy más seguro y más seguro de que solo debemos pensar en nosotros. Pero no de la manera que llevamos haciendo hasta ahora.


El escape a toda esta paradoja moral es el saber lo que quieres.



               ¿Y si queremos el bolso de esa señora, se lo robaremos porque es lo que queremos?

               Pues piensa:

               ¿Te sentirás mejor al hacerlo?

               ¿Forma parte de tus máximas morales y éticas privar a alguien de algo, solo porque tú lo quieres?

               ¿Quieres que te amen o que te odien?

               Aquí no enseñamos a robar bolsos. Enseñamos a como causar reacción en la gente que nos gusta. A provocar un deseo hacia nuestra persona al individuo que elijamos.

               ¿Esto te suena amoral?

               ¿Te has parado a pensar si la gente desea que le gustes?

               ¿O es que desea odiarte?

               Seguramente tu respuesta dirá más sobre ti que de los demás.

               ¿Qué es mejor para los otros: Amarte u odiarte?

               Supongo que esto variará según tus intenciones hacia ellos.

               Estoy hablando de un momento en particular, una situación, un ahora fugaz en el que la persona en cuestión por su propia voluntad se cuestiona si quiere seguir interactuando contigo o no.

               Y si, le podéis dar la vuelta a la tortilla las veces que queráis como me han hecho infinidad de veces en conversaciones sobre este tema. La verdad es que a todo el mundo le gusta gustar, todo el mundo quiere tener algún día pareja y a todo el mundo le gusta follar. Por mucho que digan los curas pederastas de la iglesia que han interferido en nuestros valores morales durante la friolera de 2000 años.

Lo que esperas, no esperar y ser consciente de lo esperado.



               Seducir o no seducir no es la cuestión. Como todos bien sabemos es, ser o no ser. Y en el imperativo de ser también entra a colación el hecho de ser tú mismo, incluidos todos tus deseos e inquietudes.

               Por lo tanto puedo llegar a la conclusión de que cuando no seduces a alguien que te gusta, no estás siendo tú mismo. Cuando te pones la zancadilla, no pronuncias bien las palabras, estás tan tenso que pones nervioso a los demás y causas rechazo… Digamos que no estas siendo tú mismo.

                Por eso mi consejo es que nunca dejes la seducción de lado aun incluso si tienes pareja o estés casado porque nunca sabes cuando la vas a necesitar.

               ¿Cómo conseguir sentirte capaz?

               La manera de sentirte capaz es siendo capaz.

               ¿Cómo conseguir no sentirte capaz?

               Dejando de intentar ser capaz.