Hay otro síndrome con las siglas S.M.A. aparte del síndrome
de mejor amigo. Merodea por entre nosotros los hombres interfiriendo de forma
negativa en nuestra vida y en nuestros fines para con las mujeres. Nos incapacita
para tener pareja estable y/o
sentirte como un macha alfa.
Este
síndrome es muy parecido al síndrome del mejor amigo pero tiene un punto que lo
diferencia totalmente.
Aquí si
que hay sexo.
Genial,
entonces no será tan malo.
¡Error!
Tampoco
digo que sea peor.
Los
chicos que suelen sufrir este síndrome son de corta edad (post-adolescentes)
que aún no tienen mucha experiencia en el juego de la seducción y esto le puede servir como aprendizaje e iniciación.
También le
puede pasar a gente más crecida pero que están un poco despistados en lo que a
manejar relaciones sexuales se refiere.
A los
que me dirijo especialmente son a esos iniciados en seducción que por falta de
información o genuina ceguera romántica, caen en esta trampa. Y me dirijo a
ellos porque yo lo he sufrido y conozco a unos cuantos más que también lo han hecho…
A veces
nos quedamos prendados de mujeres más mayores, con más inteligencia emocional y
por lo tanto mayor capacidad de manipulación. También porque son
enormemente atractivas, están en una escala superior de la pirámide
social o son una figura de autoridad para nosotros como pueden ser profesoras,
psicólogas, jefas, etc.
A veces desarrollamos
una gran dependencia hacia mujeres con las que es imposible mantener una
relación de pareja ordinaria. No podemos
tener una relación en la que las dos partes estén en desigualdad de
condiciones.
En estos
términos, ellas no nos ven como una posible pareja. Si como paño de lágrimas y como
saciadores permanentes de sus
puntuales deseos sexuales. Si somos más jóvenes y guapos las ayudamos a saciar
también sus delirios y neuras narcisistas.
El chico
dependiente suele creer que no puede acceder a nada mejor ya sea por falta de
experiencia, por absoluta torpeza en el mundo de la seducción o la incapacidad
de conocer a otras mujeres.
La
esperanza aquí es la sombra principal.
El ver al
objeto de tu deseo en brazos de otro;
El que
te abandone en momentos críticos o citas;
El dejarte
en evidencia delante de gente como sus amigos o los tuyos propios;
se hace
más llevadero cuando accedes a un polvo a la semana, os intercambiáis
apelativos cariñosos y te dice lo diferente que eres al resto de los hombres; los
otros hombres con los que de verdad quiere estar y que no la hacen todo el caso
que ella quiere.
Ella también es una víctima, igual que tú.
Al
principio puedes aguantar esto más o menos bien pero tal y como lo hace la barra de energía
en un videojuego, esta va desapareciendo y llega a ser principal desencadenante
de:
Crisis
de seguridad por falta de congruencia contigo mismo: tú lo que quieres es estar
con esa persona en igual de condiciones y no ser solo su "desahogo";
Falta de
constancia estudiantil o laboral: al estar naufragando en un mar de dudas y
torbellinos de pensamientos que no te dejan concentrarte en otra cosa que no
sea “Ella”;
Dejar
pasar oportunidades con otras chicas con las que sí que puedes mantener una
relación equilibrada: no podemos sentir por estas últimas la pasión
desproporcionada que sentimos por las primeras pero a cambio, tu vida no sería
tan confusa. Cuando nuestro estado emocional está haciendo aguas constantemente provoca que las mujeres y la gente en general nos
vean cada vez menos atractivos;
Este
síndrome tiene su epicentro en un profundo miedo al abandono, al vacío y a la
soledad.
Los que
sabéis de psicología seguramente os estaré haciendo rechinar en vuestras
inquietas mentes el famoso “Complejo de Edipo”… Y nada más cerca de la
realidad.
Esto que
estoy exponiendo es una de las numerosas cabezas del perro Cerbero que algunos hemos
de cortar en el camino hacia la maestría como seductor. Hay gente que desarrolla
este complejo edípico de otras muchas maneras. Hay quien incluso, lo desarrolla
con una pareja estable.
Yo me
limito a enfocar la luz en un punto determinado del complejo
y lo he llamado: “Síndrome del Mejor
Amante” y es una de las trampa habituales en las que podemos caer los
iniciados en el mundo de la seducción.
Al
principio podemos percibir el futuro síndrome como ese gran triunfo al que
todos aspiramos cuando salimos a la conquista de esos “maravillosos seres” pero si no
estamos atentos, tendemos a caer en nuestro pasado una vez más, como machos beta sin esperanza.
¿La
solución?
Sigue
estudiando seducción, practicando seducción, follando con más chicas… No te
pares a la primera de cambio. Aquí nunca hay una meta en la que nos proclamamos
vencedores de una vez por todas y nos echamos a dormir. El tiempo que ocupa
convertirse en un verdadero macho alfa abarca toda la vida y…
…no lo
sé, no me he muerto aun pero a saber si después de la muerte a lo mejor debes de
seguir al pie del cañón…