No quiero ser abogado de nadie. No apoyo el acoso, la violación ni la captura mediática erótica sin consentimiento.
No formo parte ni tengo nada que ver con Álvaro Reyes salvo compartir el
mismo gremio funcional que desempeño en este blog.
Ni siquiera me planteo si me cae bien o mal.
Lo único que quiero hacer es arrojar un poco de luz sobre la
política ideológica que de verdad seguimos todos aquellos embarcados en este mundo de investigar y compartir lo que aprendemos sobre la manera correcta de seducir a
mujeres.
Navegando por Internet me he encontrado con una denuncia en
change.org hacia Álvaro Reyes solicitando que le inhabiliten y le impidan
seguir mostrando vídeos donde trata de dar ejemplo sobre como ligar con chicas
por la calle.
En ella como podéis leer, acusan a Álvaro de violación,
promoción y promulgación del acto en sí. Le recriminan que enseña a interpretar
las negativas femeninas como señales para continuar con la escalada sexual.
En un vídeo de este coacher que parece haber sido ya eliminado, se podía ver como palpaba el sexo
de una chica obesa en plena calle y a luz día. Titula el vídeo: “Ligando con
gordas”. Es cierto que el título no es lo más amable que se le ha podido
ocurrir a su equipo de edición. Al menos el rostro de la chica no fue mostrado y
no parecía molesta con la atrevida actuación aunque el hecho de haber sido
grabada sin saberlo y a pesar de no ser ilegal, es de moralidad y ética dudosa.
Todos los habituales
que hemos ocupado tiempo aprendiendo de diversas fuentes sobre el arte
de la seducción, hemos llegado a la parte donde se habla sobre ese momento en el que las chicas parecen que van a dar su consentimiento para consumar el encuentro
sexual pero en cambio, se echan atrás. Es menester que el coacher, blogger o
youtuber en cuestión, den soluciones a estos obstáculos para poder alcanzar la meta. Seguramente todos estos, compartirán su propia táctica con sus ventajas, desventajas e indicaran que lo más importante es cómo tienes que encajar la negativa para que no merme tu ánimo y
puedas quizá más tarde conseguir tu objetivo. Pero ninguno y repito ningún gurú
de la seducción que haya leído hasta ahora, habla de forzar a ninguna persona a
nada.
Cuando hablamos de que una chica dice no pero en realidad
desea consumar -como bien dice la parte textual de la denuncia-, estamos diciendo que las chicas por regla general tienen en cuenta el criterio que
los demás tienen de ellas y evitan ser juzgadas como fáciles para el sexo. El
termino que acuñamos para llamar a esta resistencia a la sexualización de la
interacción es “factor fulana”. Y como decía, ni siquiera al señor Reyes, le he
oído decir que haya que forzar a nadie en el caso de que este factor salga a
colación.
Es cierto que muchas veces durante interacción sexual, como física
que es, se producen agarres, empujones, forces en los que quizá haya
resistencia y puede que en ese momento se decide que no se quiere realizar cierta acción en ese determinado momento. Tocar el sexo para dar comienzo a un a relación sexual con una chica con la que solo acabas de cruzar dos palabras, no es lo más tradicional ni es lo más aconsejable y mucho menos lo más
elegante pero sigue siendo una interactuación física. El hecho de tocar
directamente los genitales puede ser algo muy agresivo pero no implica ninguna
falta legal si la otra persona lo consiente, el problema está en ¿Cómo sabemos
si la persona lo va a consentir o no? En una conversación por medio de comentarios por Facebook con los
denunciantes alegan que una chica gorda será más susceptible de
permitir acercarnos de forma sexual a ella porque su complexión física no le
permite tantos acercamientos sexuales como ella desearía y mucho menos por parte de chicos que para nuestra cultura actual son dotados de atractivo físico.
Esta queja incide en las elevadas expectativas que se pueden crear las chicas obesas cuando son incitadas eróticamente por chicos como este…
Esta queja incide en las elevadas expectativas que se pueden crear las chicas obesas cuando son incitadas eróticamente por chicos como este…
Bueno, llevo ya un rato escribiendo y hay algo que no para de
rechinar en mi cabeza.
Es cierto que hay coachers de seducción que ponen nota al
atractivo físico de las mujeres para darnos una indicación de cómo deberíamos
proceder con la misma pero ¿cómo puede alguien medir la necesidad
sexual de otra persona sin conocerla? Si la chica fuera
delgada y estuviese dentro de unos cánones de belleza aceptables, ¿la
presunta invasión sexual de Álvaro Reyes no hubiese sido tan grave? Estoy seguro de que si una chica atractiva hubiera aceptado su ofrecimiento no
verbal, Álvaro Reyes se convertiría en el puto amo de la seducción.
¿Donde están los límites de la moral aquí?
Sé que a muchos de vosotros os caerá mal este personaje y
que no estáis de acuerdo con muchos de sus métodos pero ¿de verdad merece ser
inhabilitado? Ni siquiera ha sido la otra parte a colación, la que ha presentado
la denuncia.
¿Queremos que nadie interactúe sexualmente con nadie antes
de haber sido consentido verbalmente? Ahora me entero de que así funcionan las
interacciones sexuales. Quizá lo mas justo sería volver a los noventa cuando salíamos por discotecas a
pedir rollo…
¿Queremos que se nos juzgue el hambre sexual que tenemos por
nuestro aspecto físico? Me parece bastante mezquino.
El tipo de actuación llevada por el Youtuber es más habitual de lo que creemos en ambientes distendidos como discotecas, festivales, conciertos… o cualquier sitio donde ambos sexos se encuentren para pasárselo bien e interactuar. En el video se ve que entre los dos hay un acercamiento y no estamos dentro de la cabeza de la chica en cuestión para saber si se hace ilusiones. Recuerdo que hacer ilusiones a alguien no es un delito –obvio- .
En conclusión, no me parece nada bonito que los miembros de "Seducción élite" hayan publicado la palpación genital de una chica sea obesa
o no, sin permiso de la misma. Lo único que digo es que aprendas a identificar si ella en realidad quiere que sigas o no y que lo vuelvas a intentar en caso afirmativo sin forzarla a nada.
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