martes, 4 de marzo de 2014

La apariencia y el comportamiento seductor






A lo largo de los años y a medida que he ido conociendo gente, cada vez puedo ver con mayor claridad cómo influye la apariencia física en las personas.


        No solo me refiero a nuestra apariencia física con la que hemos nacido y que solo podemos cambiar parcialmente. También me refiero a la apariencia de la ropa que elegimos o que - a algunos -, nos eligen. 


        Creo que influye hasta el punto en que una persona que se parece físicamente a otra, coincide en otras muchas cosas.


        ¿Nunca os ha pasado?


        Habéis visto a una chica que se parece físicamente a Laura, te pones a interactuar con ella y resulta que no solo se parece en lo obvio sino que también tiene la misma forma de pensar enrevesada que Laura, la misma forma de hablar atropeyada que Laura, el mismo timbre cantarín en la voz que Laura, siempre quiere llevar la voz cantante en el grupo, ¡como Laura!...


         Si, la de la canción.



        Al final podríamos llegar a la conclusión de que los dioses solo han hecho un par de moldes para crear a las personas y de ahí vamos saliendo todos.


        Está claro que entre esas personas parecidas también hay diferencias y además siempre hay excepciones que confirman la regla.
Pero si esto pasa con el físico, imagínate a dos personas que vistan igual.
       

        La ropa la elegimos nosotros según nos dictan nuestros valores, gustos, intenciones, etc.


        Si dos personas han elegido la misma ropa es porque tienen forma de pensar y por lo tanto de actuar parecidas. Como esas chicas clon que te puedes encontrar por los "bares" que se sientan igual, se tocan el pelo igual, les gusta el mismo tío, te miran igual de mal cuando te acercas, ...


        En el video de arriba podemos ver un experimento social en el que una chica, vistiéndose de dos formas diferentes. Una que la hace pasar desapercibida y otra con la que llama bastante la atención. Intenta conseguir favores de hombres y así ahorrar dinero.


        Si nos fijamos bien podemos darnos cuenta de que según cambia su ropa también lo hace en su forma de comportarse.  


        -La verdad es que para mí está tremenda se ponga lo que se ponga.-


        Además también entra en juego el querer mostrar una prueba fehaciente de la simpleza mental de los hombres. Posiblemente por una cierta tendencia feminista.  

       
        Y no digo que no seamos simples los hombres porque también lo somos y mucho pero también forma parte de nuestro atractivo.


        Creo que ella no estaba interesada en conseguir lo que pedía cuando iba embutida en su papel de pseudo-fea. Por eso como podemos ver fácilmente, no se esfuerza apenas; pregunta de forma seca y cortante ; lo hace por cumplir sin mostrar ningún interés en que le digan que si.


        Con esto no quiero decir que no crea que la apariencia física y la forma de vestir influye para conseguir que los demás accedan a cumplir nuestros deseos.


        Haz la prueba tú mismo con la imaginación:


        Imagínate saliendo con el chándal más guarro que tengas, ese que usas cuando quedas con los colegas en el parque o bajas al perro. Y entras en una discoteca donde todos vistan más bien tirando a pijo.


¿Cómo te sentirías?


Un poco cohibido, ¿no? 


        Hay además convenciones sociales asimiladas por nuestro intelecto que nos dan una idea de cómo nos pueden percibir los demás con respecto a nuestra imagen.


        Sabemos que no vamos a atraer demasiadas personas si nos dejamos caer una noche por Capital o la Joy con nuestro chándal lleno de “chinotes”.


        Prueba también a imaginar que vas con un polo rosa, un jersey por encima de los hombros y bigote a un ambiente Punk.


        Da un poco de miedo.


        Pero él no encajar en estos sitios no es una ley irrevocable condicionada por nuestra forma de vestir. Es por esto que voy a volver a insistir con el ánimo divertido. Si nuestro comportamiento es desenfadado, sociable y echamos mano del humor chulo. No habrá pijo conservador ni punk extremo al que no le podamos sacar una tímida sonrisita.


        Es más, he podido ser testigo de gente que aun sin encajar a martillazos en un ambiente determinado, se ha hecho con la simpatía de los que le rodeaban y además han despertado atracción en mujeres.


        Seguro que estarás cansado de escuchar o incluso de decir tú mismo:

       
        “Todo está en la mente”.


        Pues a lo mejor si pero yo la cambiaría por:


        “Todo está en el ánimo”.


        ¿Cuántas veces has cambiado o bloqueado pensamientos que te dominan en una noche de fiesta?


        Si lo habéis hecho, mi enhorabuena pero a mí lo que me permite cambiar esos pensamientos indeseables es influir en mi estado anímico mediante la acción, sin pensar.


        ¿Y eso cómo se hace? Audio curso seducción total.



        Pd.: Por favor si intentáis lo de salir en chándal a sitios poco adecuados para ello, hacerlo con cuidado y sin correr riesgos, no os juguéis la vida en ello y sobre todo no me hagáis a mí responsable.







2 comentarios:

  1. No influye mucho ser guapo o no, sabiendo jugar la situación a mi favor, ellas ya me ven más atractivo, pero claro, no soy un ogro, pero saber seducir me hace subir más puntos.

    ResponderEliminar
  2. Esa es la idea de Aprende Seducción en contra de otros "métodos", que para nosotros cuenta el conjunto. Sería muy fácil el marketing de "Si eres un orco de mordor asperger y vas a nuestros cursos serás Hugh Hefner", pero sería traicionar nuestros principios, el mundo real no funciona como uno quiere que funcione sinó como es.

    ResponderEliminar