jueves, 20 de marzo de 2014

El otro S.M.A.



              



             
              Hay otro síndrome con las siglas S.M.A. aparte del síndrome de mejor amigo. Merodea por entre nosotros los hombres interfiriendo de forma negativa en nuestra vida y en nuestros  fines para con las mujeres. Nos incapacita para  tener pareja estable y/o sentirte como un macha alfa.



               Este síndrome es muy parecido al síndrome del mejor amigo pero tiene un punto que lo diferencia totalmente.



               Aquí si que hay sexo.



               Genial, entonces no será tan malo.



               ¡Error!



               Tampoco digo que sea peor.



               Los chicos que suelen sufrir este síndrome son de corta edad (post-adolescentes) que aún no tienen mucha experiencia en el juego de la seducción y esto le puede servir como aprendizaje e iniciación.


              También le puede pasar a gente más crecida pero que están un poco despistados en lo que a manejar relaciones sexuales se refiere.



               A los que me dirijo especialmente son a esos iniciados en seducción que por falta de información o genuina ceguera romántica, caen en esta trampa. Y me dirijo a ellos porque yo lo he sufrido y conozco a unos cuantos más que también lo han hecho…



               A veces nos quedamos prendados de mujeres más mayores, con más inteligencia emocional y por lo tanto mayor capacidad de manipulación.  También porque  son  enormemente atractivas, están en una escala superior de la pirámide social o son una figura de autoridad para nosotros como pueden ser profesoras, psicólogas, jefas, etc.



               A veces desarrollamos una gran dependencia hacia mujeres con las que es imposible mantener una relación de pareja ordinaria.  No podemos tener una relación en la que las dos partes estén en desigualdad de condiciones.



               En estos términos, ellas no nos ven como una posible pareja. Si como paño de lágrimas y como saciadores permanentes de sus puntuales deseos sexuales. Si somos más jóvenes y guapos las ayudamos a saciar también sus delirios y neuras narcisistas.



               El chico dependiente suele creer que no puede acceder a nada mejor ya sea por falta de experiencia, por absoluta torpeza en el mundo de la seducción o la incapacidad de conocer a otras mujeres



               La esperanza aquí es la sombra principal.



               El ver al objeto de tu deseo en brazos de otro;



               El que te abandone en momentos críticos o citas;



               El dejarte en evidencia delante de gente como sus amigos o los tuyos propios;



               se hace más llevadero cuando accedes a un polvo a la semana, os intercambiáis apelativos cariñosos y te dice lo diferente que eres al resto de los hombres; los otros hombres con los que de verdad quiere estar y que no la hacen todo el caso que ella quiere.


              Ella también es una víctima, igual que tú.



               Al principio puedes aguantar esto más o menos bien pero tal y como lo hace la barra de energía en un videojuego, esta va desapareciendo y llega a ser principal desencadenante de:



               Crisis de seguridad por falta de congruencia contigo mismo: tú lo que quieres es estar con esa persona en igual de condiciones y no ser solo su "desahogo";



               Falta de constancia estudiantil o laboral: al estar naufragando en un mar de dudas y torbellinos de pensamientos que no te dejan concentrarte en otra cosa que no sea “Ella”;



               Dejar pasar oportunidades con otras chicas con las que sí que puedes mantener una relación equilibrada: no podemos sentir por estas últimas la pasión desproporcionada que sentimos por las primeras pero a cambio, tu vida no sería tan confusa. Cuando nuestro estado emocional está haciendo aguas constantemente provoca que las mujeres y la gente en general nos vean cada vez menos atractivos;



               Este síndrome tiene su epicentro en un profundo miedo al abandono, al vacío y a la soledad.



               Los que sabéis de psicología seguramente os estaré haciendo rechinar en vuestras inquietas mentes el famoso “Complejo de Edipo”… Y nada más cerca de la realidad.



               Esto que estoy exponiendo es una de las numerosas cabezas del perro Cerbero que algunos hemos de cortar en el camino hacia la maestría como seductor. Hay gente que desarrolla este complejo edípico de otras muchas maneras. Hay quien incluso, lo desarrolla con una  pareja estable.



               Yo me limito a enfocar la luz en un punto determinado del complejo y lo he llamado: “Síndrome del Mejor Amante” y es una de las trampa habituales en las que podemos caer los iniciados en el mundo de la seducción.



               Al principio podemos percibir el futuro síndrome como ese gran triunfo al que todos aspiramos cuando salimos a la conquista de esos “maravillosos seres” pero si no estamos atentos, tendemos a caer en nuestro pasado una vez más, como machos beta sin esperanza.



               ¿La solución?



               Sigue estudiando seducción, practicando seducción, follando con más chicas… No te pares a la primera de cambio. Aquí nunca hay una meta en la que nos proclamamos vencedores de una vez por todas y nos echamos a dormir. El tiempo que ocupa convertirse en un verdadero macho alfa abarca toda la vida y…



               …no lo sé, no me he muerto aun pero a saber si después de la muerte a lo mejor debes de seguir al pie del cañón…  




1 comentario:

  1. Genial su post, es increible el juego de las mujeres que tienen a los hombres, pero gracias a ustedes podemos mejorar como personas y no caer en el mismo juego :D

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